Siempre una historia.

 Apenas comenzaba mi andar por la vida y ya preveía lo que sería en mi futuro. Nací dentro de una familia de clase media alta allá en un pueblito de campaña llamado Calchaquí, ubicado casi en el centro de la provincia de Santa Fe. Descubrí tempranamente que podía pensar; sí, nada menos que pensar. Fui la primera en nacer, por lo tanto la mimada de papá. De esto hace mucho tiempo, cuando la sociedad tenía hábitos, usos y costumbres que solamente las generaciones actuales pueden tener acceso si alguien como quien suscribe puede contar. 

Abundaban entonces los más preciados tesoros: ¡LOS LIBROS! Leí por allí una nota que luego de la pandemia ,en el país Francia ¡Se están recuperando libros y los venden a montones en las calles de París. ¿No está genial? Eso no ocurriría aquí jamás, porque cuanto más lejos estén ... Mejor...  Es una reflexión propia por lo observado, a ninguna persona dedicada a la política le conviene una sociedad instruida porque  es fácil de manipular y llevársela como ganado a su propio territorio: ¡LA PLAZA DE MAYO! Y los pobres seres humanos van sin decir ¡Ay! por un plato de comida. Son fáciles de convencer que esa es la vida perfecta son aspiraciones de progreso para nada, ellos y sus descendencias. De ese modo, el político se asegura eternidad en el poder. la falta de humanidad le permite envolver su vida y las de los demás con tanta frialdad autorizándolo a realizar lo que le plazca, dinero por aquí, otro poco por allá y así va dejando migajas para todo un pueblo que no tiene idea de cómo proveerse así mismo y familia de una buena vida. 

Muy lamentable. Pero es lo que hay en mi país; aunque en relidad no lo es; nada que ver, solo usa el nombre, ni siquiera tiene una forma de gobierno como cuando se inició como nación. Lamentable,

Hoy el asombro es la "TAPA DEL DÍA DEL DIARIO VIVIR. No conviene leer, es deprimente, y alguien diría: "Es lo que hay". 

¿Duro no? En fin; ¡Ánimo.!

Yolanda O.

Luján- 24/08/22



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